lunes, marzo 08, 2004

Ya sirve de nuevo la Magnavox!

miércoles, marzo 03, 2004

miendo una tortilla de maíz con aguacate y sal mientras pienso cómo voy a decir más pronto cae un hablador que un cojo. Mañana en la mañana empiezo los trámites para trabajar como ingeniero auditor en una secretaría. El ingeniero auditor observa, primero se la aprende, observa la ley, observa las construcciones, observa los costos, los proyectos, y si no se cumple la normatividad, denuncia a funcionarios públicos que hayan solapado, fomentado, planeado, alguna tranza.
Que Dios me bendiga.
Amén.

Una grabadora Magnavox me acompaña hace aproximadamente 10 años y hoy por primera vez no quiere tocar unos discos que estoy poniendo. Ha de ser por los dos discos piratas que compré afuera de la unam que sonaron poca madre, y me animaron a comprar otro, pero luego, después de atorarse en una canción por tercera vez, en el tercer disco pirata, que se llama The sweetest punch (en este caso una reinstrumentación de canciones de Elvis Costello y Burt Bacharach), y que parece que fue lo único que necesitó mi grabadora para ahora ni siquiera tocar discos de los que no son piratas. Entonces me dije, primero) qué bueno que no soy auditor de la sección de piratería musical,
segundo) qué bueno que no salieron buenos los discos
tercero) ya puedo declarar ante cualquier autoridad que “llegué a comprar piratería para experimentar en carne propia lo mal que le puede ir al consumidor cuando uno se arriesga a hacer una cosa así”.
cuarto) seguramente es sólo colocar un disco limpiador y se acaba el problema.
quinto) ojalá el disco limpiador limpie también las dedeadas que ya le di a un especie de disco interno de la grabadora viendo si podía prescindir de un disco limpiador y utilizar, primero varias veces el soplido limpiador, luego la limpieza digital sebácea.

A punto del silencio, puse el radio.

En el radio están diciendo que la Pasión de Mel Gibson (y la de Jesús, cuando la vea) ya está en DVD o VHS en su tendido pirata favorito del Df, Monterrey y Guadalajara, a diez, treinta y cuarenta pesos, subtitulada (la copia de los distribuidores mexicanos oficiales apenas llegó y todavía no le han puesto letritas).

Una convención republicana de los estados unidos está planeando llegar ante Janet Jackson para cortarle una teta. Alegan que ante todo está la decencia y que la negra debe pagar.

Siguen los deportes.